Muchos dicen que el fútbol es un simple deporte, pero para los hinchas argentinos no es así, y para el que es fanático confeso de algún club, tampoco. Este domingo se puso en juego el prestigio, la historia, el nombre y para muchos hinchas de River Plate hasta la vida.
El club con más títulos del fútbol argentino ponía en juego sus 110 años de historia, ya nada valía, los títulos, las copas y los hinchas no jugaban, solo eran 11 en el campo que tenían que remontar un 2-0 en contra. Todo empezó favorable para River cuando al minuto 5 Pavone conseguía abrir el marcador, parecía que River se quedaba en primera, parecía que todo iba a quedar como una simple pesadilla, el gol del ‘tanque’ ponía a los millonarios a un gol de salvaguardar la historia. Pero esa alegría, esos gritos desgarradores del Monumental quedaron enterrados por el ‘zapatazo’ del delantero pirata Guillermo Farré (61’), quien colocaba a todos los hinchas a vivir nuevamente el sufrimiento de los últimos años, pero lo que mató la última esperanza de los hinchas riverplatenses fue el penal errado por, el mismo hombre que al inicio le había dado vida a los hinchas, Pavone.
Los hinchas de River no podían esperar más, a falta de pocos minutos para el final se desató lo que todo el mundo suponía, una fanaticada que no iba aguantar escuchar el último pitazo en primera, y es por eso que a un minuto del final tuvieron que finalizar el juego por los hinchas millonarios que ingresaron al terreno de juego y por los desvanes que se veían en las tribunas.
River no es de la B!, gritarán los hinchas riverplatenses. Pero tendrán que verlo jugar allí por lo menos una temporada. Un cúmulo de errores dirigenciales y administrativos llevó a esto, ver a un grande descender a la segunda categoría del fútbol argentino.
Recuerden esta fecha "26 de junio de 2011" es un día histórico, esta fecha quedará para la eternidad: El día en que un grande se fue a la B. Justamente un 26 de junio de 1996, River había conseguido su última Copa Libertadores de América, en ese entonces a sus seguidores les tocó celebrar a más no poder y ahora les tocó derramar lágrimas sin poder hacer más.
Después de todo, ¡¿alguien dirá que los grandes no lloran?!